El lenguaje (político) es un virus

El lenguaje es un virus que procede del espacio exterior. Esa afirmación es el meme más conocido del escritor William Burroughs. Si lo pensamos quizás no sea una idea tan descabellada. Ahora, que a nuestro catálogo de habilidades hemos incorporado la epidemiología, ya sabemos que un virus sólo tiene por objetivo el reproducirse y que utiliza a otros seres vivos como instrumento para hacerlo. El lenguaje sería, en la teoría del escritor Beat, una realidad independiente del ser humano que lo utiliza para desarrollarse y crecer. 

Nuestro lenguaje puede ser un virus de letalidad comparable a la covid19 o puede sanar y construir. Si pensamos en lenguajes destructivos y tóxicos nos vendrán decenas de ejemplos. Obviando lo evidente, la propaganda que aupó al nazismo al poder, está “La radio de las Mil Colinas” que, con sus mensajes de odio político, propició que parte de la sociedad ruandesa matara con machetes a un millón de sus compatriotas. O en los mensajes populistas y virales de ahora mismo, en todo el mundo. Apelaciones que priorizan presuntas “libertades individuales” e intoxican el ecosistema social y político cuando más necesaria es la unidad en torno a un objetivo común: la sanación. 

Por eso son tan necesarios discursos y actitudes políticas con la suficiente carga viral positiva para que sirvan como vacuna y como antídoto ante nihilismos calculados que solo buscan los réditos en el corto plazo. Creo que la Historia nos enseña que, frente al ruido y a las pequeñas miserias, los líderes y sus mensajes que han perdurado son los que han construído. Martin Luther King gritó su Sueño en el Lincoln Memorial e inspiró a toda una nación. Emmeline Pankhurst con su discurso fundacional ”Libertad o Muerte” puso las base de la incorporación de la mujer en igualdad en la sociedad moderna. 

Y Barack Obama que, una vez más, ha puesto el foco sobre la falta de liderazgo compasivo en su nación con su discurso de graduación a la jóvenes americanos que abandonan en el 2020 la escuela secundaria. 

Obama, con humor y empatía ha construido un relato poderoso que apela a la esperanza. A los adolescentes que se incorporan a la vida adulta les trata como tales. Les advierte que la crisis les va a pasar factura y que será más complicado que estudien una carrera, encuentren trabajo o formen una familia.

Pero también, en clara alusión al estilo Trump, señala que muchos de sus mayores, los que se pensaba que sabían lo que hacían, están perdidos y que quizás sea el momento de que se incorporen soluciones, ideas y enfoques nuevos que lleguen desde la gente joven. 

Finaliza con tres consejos: no hay que tener miedo, en las anteriores grandes crisis la sociedad salió reforzada; hay que hacer las cosas correctas y no las que parecen más sencillas o las que por costumbre siempre se han hecho de las misma manera; y por último para avanzar se debe construir una comunidad, hay que apoyarse en los otros y trabajar de manera colectiva. 

TEXTO COMPLETO DEL DISCURSO DE OBAMA A LOS GRADUADOS DE LA PROMOCIÓN DEL 2020, (16-05-2020)
MI TRADUCCIÓN AL ESPAÑOL

Hola a todos. Aniyah, gracias por esa hermosa presentación. No podría estar más orgulloso de todo lo que has hecho en tu tiempo con la Fundación Obama.

Y, por supuesto, no podría estar más orgulloso de todos ustedes en la ceremonia de graduación de este año 2020, así como de los maestros, educadores y sobre todo, los padres y la familia que los guiaron en el camino.

Ahora graduarse es un gran logro bajo cualquier circunstancia. Algunos de ustedes han tenido que superar serios obstáculos en el camino, ya sea por una enfermedad, o por un padre que perdió un trabajo, o porque vivían en un vecindario donde las personas con demasiada frecuencia lo excluyen. Junto con los desafíos ordinarios que supone el hacerse adulto todos ustedes han tenido que lidiar con las presiones adicionales de las redes sociales, los informes de tiroteos en las escuelas y la amenaza del cambio climático.

Y luego, justo cuando estás a punto de celebrar haber terminado,ahora que estabas esperando los bailes de graduación y las noches de graduación, las ceremonias de graduación y, admitámoslo, un montón de fiestas, el mundo se ha vuelto del revés por una pandemia global. Y aunque estoy seguro de que amas a tus padres, apuesto a que estar atrapado en casa con ellos y jugar a juegos de mesa o ver a Tiger King en la televisión no es exactamente como imaginaste los últimos meses de tu último año en la escuela.

Ahora voya ser honesto contigo, las decepciones de perderse una graduación en vivo, pasarán bastante rápido. No recuerdo mucho de mi graduación de la escuela secundaria. Sé que no tener que sentarme allí y tener que escuchar el discurso de un orador en la ceremonia no es tan malo: los míos suelen durar demasiado. Además, no hay muchas personas se puedan ver guapos con esas gorras que se llevan en las ceremonias, especialmente si tienes orejas grandes como yo. Ya tendrá tiempo de sobra para ponerse al día con tus amigos una vez que se termine la crisis actual de salud pública.

Pero lo que sigue siendo cierto es que tu graduación marca su paso a la edad adulta, el momento en que un adolescente comienza a hacerse cargo de su propia vida. Es cuando puedes decidir qué es lo importante para ti: el tipo de carrera que quieres seguir. Con quién quieres construir una familia. Los valores por los que quieres vivir. Y dado el estado actual del mundo, eso puede dar un poco de miedo.

Si habías planeado irse a la universidad, el que te dejen entrar en el campus en el otoño, ya no es tan prioritario. Si planeabas trabajar mientras ibas a la escuela, encontrar ese primer trabajo será más difícil. Incluso las familias que están relativamente acomodadas se enfrentan una gran incertidumbre. Los que estaban pasando mal antes de la pandemia, ahora están pendientes de un hilo.

Todo lo cual significa tendrás que crecer más rápido que algunas generaciones. Esta pandemia ha sacudido el statu quo y ha puesto al descubierto muchos de los problemas más profundos de nuestro país, desde la desigualdad económica masiva hasta las disparidades raciales en curso y la falta de atención médica básica para las personas que la necesitan. Ha despertado a muchos jóvenes dado el hecho de que las viejas formas de hacer las cosas simplemente no funcionan; ya no importa cuánto dinero ganes si todos a tu alrededor están hambrientos y enfermos; y que nuestra sociedad y nuestra democracia solo funcionan cuando pensamos no solo en nosotros mismos, sino en los demás.

También ha corrido el telón sobre otra dura verdad, algo que todos tenemos que aceptar una vez que nuestra infancia llegue a su fin. ¿Todos esos adultos que solías pensar estaban a cargo sabían lo que estaban haciendo? Resulta que no tienen todas las respuestas. Muchos de ellos ni siquiera hacen las preguntas correctas. Por lo tanto, si el mundo va a mejorar, dependerá de ti.

Esa certeza puede dar un poco de miedo. Pero espero que también te inspire. Con todos los desafíos que enfrenta este país en este momento, nadie puede decirte «no, eres demasiado joven para entender» o «así es como siempre se ha hecho». Porque con tanta incertidumbre, con todo repentinamente en juego, este es el mundo al que tu generación podrá modelar

Como soy uno de los viejos, no te diré qué hacer con este poder que está en tus manos. Pero te dejaré con tres consejos rápidos.

Primero, no tengas miedo. Estados Unidos ha pasado por tiempos difíciles antes: esclavitud, guerra civil, hambruna, enfermedad, la Gran Depresión y el 11 de septiembre. Y cada vez salimos más fuertes, generalmente porque una nueva generación, gente joven como tú, aprendió de los errores del pasado y descubrió cómo mejorar las cosas.

En segundo lugar, haz lo que creas que es correcto. Hacer lo te sienta bien, lo que es conveniente, lo que es fácil, es como piensan los niños pequeños. Desafortunadamente, muchos de los llamados adultos, incluidos algunos con títulos elegantes y trabajos importantes, todavía piensan de esa manera, razón por la cual las cosas están tan jodidas.

Espero que, en cambio, decidas basar tu forma de hacer las cosas en valores duraderos, como la honestidad, el trabajo duro, la responsabilidad, la equidad, la generosidad y el respeto por los demás. No siempre lo harás bien, cometerás errores como todos lo hacemos. Pero si escuchas la verdad que está dentro de ti, incluso cuando es difícil, incluso cuando es inconveniente, la gente lo notará. Se sentirán atraídos hacia tu figura y tu trabajo. Y serás parte de la solución en lugar de parte del problema.

Y finalmente, construye una comunidad. Nadie hace grandes cosas por sí mismo. En este momento, cuando la gente está asustada, es fácil ser cínico y decir déjenme cuidarme a mí mismo, a mi familia o a las personas que miran, piensan o rezan como yo. Pero si vamos a superar estos tiempos difíciles; si vamos a crear un mundo donde todos tengan la oportunidad de encontrar trabajo y pagar la universidad; Si vamos a salvar el medio ambiente y vencer futuras pandemias, tendremos que hacerlo juntos. Así que, mantente alerta para unirte a las luchas por el bien común. Defiende los derechos de los demás. Deja atrás todas las viejas formas de pensar que nos dividen: sexismo, prejuicio racial, estatus, avaricia, y sitúa al mundo en un camino diferente.

Cuando necesites ayuda, Michelle y yo hemos asumido la misión de nuestra Fundación que es brindar a los jóvenes como tú las habilidades y el apoyo para liderar sus propias comunidades, y conectarte con otros líderes jóvenes de todo el país y del mundo.

Pero la verdad es que no necesitas que te digamos qué hacer.

Porque, de muchas maneras, ya has comenzado a liderar.

Felicidades, clase de 2020. Seguid haciéndonos sentir orgullosos.

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