Cuando no miras esta frase está escrita en inglés

Desde esta semana se habla de viajes en Bilbao. Son las jornadas el rincón del viajero que acerca a aventureros y a sus experiencias hasta el ciudadano normal que contempla fascinado esas hazañas. El viaje, la aventura, se han devaluado con los masivos desplazamientos vacacionales, con las rutas a medida, con el turismo de acción en lugares exóticos. No obstante todavía hay personas que emulan el espíritu de los pioneros y son capaces de enfrentarse a retos físicos o mentales que bordean el heroísmo.

Seguramente no será la única vez que hable de él pero siempre que me hablan de aventureros (e incluso de héroes) pienso en un querido amigo. Hace dos años en este mismo ciclo de conferencias, con nerviosismo, Mikel Álvarez contaba cómo, sin apoyo de nadie, casi teniendo que hipotecar su casa subió al monte Everest. Una proeza. Para muchos hubiera sido suficiente pero para el bravo Mikel, un bilbaíno de extracción humilde de Otxarkoaga, el primero de la Villa en coronar el monte más alto del mundo fue sólo el comienzo de una aventura mucho más ambiciosa. Os los prometo, otro día os cuento su historia.